lunes, 25 de noviembre de 2013

Bullying, cyberbullying: Y ahora, ¿Qué hacemos?

Por Daiana Santoro



Muchos son los casos de acoso y ciber acoso que aparecen hoy en día. Lo difícil, es ponerle un fin a ellos.

El bullying y el cyberbullying son dos problemas graves en las escuelas, pero no son algo nuevo. Muchos escuchan hablar sobre estos temas, pero no todos saben que significan o los problemas que pueden ocasionar en las victimas.



El bullying, o bien conocido como acoso, es el hostigamiento entre pares mayormente en los niños y jóvenes en el ámbito escolar. Esta problemática fue descubierta hace años y todavía sigue siendo difícil de controlar. Si bien los acosados pueden ser tratados mediante psicólogos o psiquiatras, muy pocas veces todo vuelve a ser como era antes.

Sumado a esto, se agrega un problema más: aparece el cyberbullying. En este caso el acoso se produce mediante la utilización de elementos tecnológicos, es decir, el uso de las TICs (tecnología de la información y la comunicación). Ya no solo es en el ámbito escolar, sino que se involucran las redes sociales. Esto significa que ese acoso, aparte de suceder en el colegio, lo llevan a internet mediante un video o creando algún tipo de pagina o blog insultando u ofendiendo al acosado.

Tuvimos la posibilidad de hablar con una víctima de acoso escolar, Ailén Gomez, la cual contó acerca de cómo fueron todos estos años de sufrimiento y cómo hizo para lidiar con toda esa agresión. “Mis compañeros me ven como un bicho raro porque soy diferente, pero cada día que voy al colegio es un día menos para terminar las clases y que termine la tortura” dijo Ailén, y agregó: “Creo que la causa del bullying es una mezcla de cosas, tanto la educación y los valores que le dan los padres a sus hijos, como también las películas y dibujos animados que tienen los personajes clásicos del matón y el nerd. Un nene que mira eso, crece con la idea de que siempre en la escuela va a haber un compañero que es maltratado y que es algo normal”

Los medios de comunicación son parte importante dentro del tema del bullying. Como bien decía Ailen, estos ejercen una influencia negativa fomentando una personalidad agresiva, así como relaciones conflictivas teniendo como componente principal la agresión.

Los adolescentes son muy dados a ver programas de televisión que contienen violencia, lo cual influye demasiado en su comportamiento. Los niños son excelentes imitadores. Como ellos imitan permanentemente a la gente que los rodea, es lógico que también imiten a las personas que ven en la televisión o en el cine.

“La discriminación surge por la imposibilidad de aceptar que el otro es distinto. El bullying es una rama de la discriminación, y la televisión es una de las grandes responsables de que solo quienes se encuentran dentro de los parámetros impuestos por lo que nos muestra la tele sean “normales” y los que se encuentran por fuera de estos estándares no lo sean, y estén propensos a sufrir discriminaciones y abusos” dice la psicóloga Herrera, una de nuestras entrevistadas.

Es por esto que la violencia en la televisión ya sea en personajes de series, novelas, anuncios, películas y también noticias es perjudicial cuando no es manejado correctamente. Investigaciones han llegado a la conclusión de que los niños y adolescentes que ven repetidamente violencia en la televisión les enseña a resolver los conflictos interpersonales con violencia, y, a muchos otros, a ser indiferentes ante el abuso y a largo plazo perjudica las relaciones que establecen con sus iguales. A una edad cada vez más temprana, los niños y adolescentes están recurriendo a la violencia, no como último sino como primer recurso para resolver los conflictos.

Charlando con Adriana Giménez, docente de la escuela primaria N° 1095 Dr. Luis Chorroarin y Marcela Nencioni, docente de informática educativa y coordinadora del área informática y tecnología de la Escuela Nuestra Señora de los Ángeles (EEMPI N° 8027) acerca de estos problemas que ocurren a diario en las instituciones, Marcela Nencioni dijo: “los medios presentan al cyberbullying como una cuestión individual o particular, mientras que debería ser abordado como una preocupación social, cuya causa primordial es la educación”, y agregó: “Estos casos se pueden ver constantemente en los colegios, yo me involucre en varios de ellos para intentar ponerles un fin, pero es muy complicado”


A diferencia de Marcela, la cual contó en la entrevista su experiencia en uno de los casos a los que se involucró, Adriana Giménez dijo: “Los educadores no tenemos la formación necesaria para ayudar a una víctima de acoso escolar, en primer lugar deberían asesorarnos con especialistas. Es difícil involucrarse cuando no hay información”, y agregó: “Es necesario que los encargados del sistema educativo soliciten gabinetes con especialistas del ámbito psicológico y psicopedagógico, que promuevan la creación de cargos para tratar dicha problemática, es decir, que se encarguen de gestionar lo vinculado a lo administrativo”.

¿Qué se hace cuando se evidencia un caso de bullying o cyberbullying en la escuela? ¿Qué hacen los compañeros, los docentes, el ministerio? Generalmente nada, miran para otro lado, dicen que es normal. A veces, suelen hablar con el acosado y el acosador.

Este es el gran problema y el motivo por el que no se solucionan estos casos. En los colegios, los profesores no hacen nada al respecto, lo toman como broma. Pero no se dan cuenta que la víctima sufre de agresiones y maltratos constantes por ese ‘grupito’ que se cree superior al resto y capaces de discriminar a cualquiera que piense o sea diferente a ellos. El acosado cada vez se va haciendo más y más débil porque no puede pararlos.

Casi siempre el acosador tiene características de líder y el acosado tiende a ser vulnerable, en la mayoría de los casos tienen algún tipo de defecto físico. El problema se empieza a agravar cuando estos acosos se trasladan a las redes sociales. La victima siente vergüenza porque lo exponen frente a todos los que conoce. Lo grave es que esta modalidad de agresión puede generar una perturbación psicológica todavía mayor que la que produce un enfrentamiento cara a cara porque se produce en cualquier lugar, en cualquier momento del día, persiste en el tiempo y está en conocimiento de una ilimitada cantidad de personas.

Ahí es cuando el acosado, cansado de tolerar y lidiar contra esos acosadores, llega a su casa llorando y los padres no entienden nada hasta que él decide contarles lo sucedido. Ellos, al ver el estado en el que se encuentra su hijo, deciden ir al colegio.

Las frases de los docentes o directivos son siempre las mismas: "es imposible, estas cosas acá no suceden" "son cosas de chicos, hay que dejar que se arreglen entre ellos". Y no, no es así. Porque la víctima sufre de una depresión que llega al punto tal de no querer ir más al colegio o aún peor, llegan a suicidarse.

Son varias las voces de alerta que dicen que este problema del bullying o cyber bullying comienza en el interior de los centros educativos, pero esta problemática se está presentando desde los mismos hogares.

¿Qué pueden hacer los medios de comunicación frente a esta problemática? Hacer más público el bullying, Crear programas para educar en contra del bullying tanto a padres como a adolescentes. Entre otras cosas pero lo más importante: “vigilar lo que se publica para no publicar contenido violento”.

Actualmente, se conoce la existencia de varias ONG que tienen como objetivo prestar apoyo y orientacion personalizada a todos aquellos niños y adolescentes que estan sufriendo acoso en el entorno escolar, por parte de alguno/os de sus compañeros. La idea de estas organizaciones es buscar la mejor forma de ayudar a afrontar el problema, buscar soluciones y actuar como intermediarios con el centro escolar y otros estamentos.

Candelaria Irazusta, fundadora e integrante del ‘Equipo ABA’ decía en una de las entrevistas: “Es muy común que los padres se presenten en nuestra institución con hojas impresas del Facebook o de Twitter, y esto se da no sólo porque las redes son una prolongación de la vida de los jóvenes, sino además porque en estos medios se produce como un efecto de anonimato, aunque estén las firmas. Esto hace que, por ejemplo, los niños que personalmente funcionan como espectadores o testigos de bullying, en las redes también se conviertan en agresores”.

Como sociedad, estamos enfrentando una situación complicada. Encontramos niños que son víctimas o victimarios y ambos casos requieren de especial atención por parte de los padres y maestros. No es normal ver niños que se golpean o agreden físicamente. Muchas de estas conductas, son reproducción de lo que han visto en los adultos y es por ellos que como sociedad debemos comprometernos a parar estos fenómenos.


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